El evento más raro que ha presenciado la humanidad ocurre, de media, cada un billón de veces la edad del universo

Año 2019. En un laboratorio subterráneo, a un kilómetro y medio bajo el macizo del Gran Sasso en Italia, un detector de materia oscura fue testigo de algo extraordinario: la desintegración radiactiva de un átomo de xenón-124. Es el proceso más lento (y por lo tanto, más raro) jamás registrado.

Les tocó la lotería cósmica. El xenón-124 tiene una semivida de 1,8 × 10²² años. Eso es un 18 seguido de 21 ceros: 18.000 trillones de años. Por ponerlo en perspectiva, el universo tiene «apenas» unos …